Con zacahuil gigante, Pisaflores celebra el Día de Muertos

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Con un monumental zacahuil de ocho metros de largo y 45 centímetros de ancho, los habitantes y visitantes de una comunidad en la Sierra Gorda de la Huasteca hidalguense cerraron las celebraciones del Día de Muertos en grande.

Este tamal tradicional, cuyo nombre significa «tamal enorme», fue elaborado en colaboración por un equipo de 30 personas, destacando entre ellas tres cocineras especialistas en este platillo regional.

Los preparativos arrancaron una semana antes, cuando se construyó un horno de piedra específicamente para cocinar el zacahuil. Para esta receta gigante se utilizaron 50 kilos de masa de maíz, 40 kilos de carne de cerdo y pollo, 20 kilos de jitomate, 15 kilos de manteca, 10 kilos de chile guajillo, un kilo de cebolla, dos de sal y uno de chile de árbol.

El proceso de preparación comenzó el 1 de noviembre, día en que las cocineras y sus ayudantes amasaron la mezcla que daría forma al zacahuil. Alrededor de 500 personas presenciaron el proceso completo, desde la colocación de las hojas de plátano hasta el atado final del tamal.

Para introducir esta masa gigante al horno, 40 personas se unieron al esfuerzo, mientras que otras 10 ayudaron a empujarlo hacia el interior del horno, donde se coció durante ocho horas y reposó otras 10 hasta estar listo.

El 2 de noviembre, la comunidad se reunió en la plaza principal para saborear esta tradición única, señaló el presidente municipal Miguel Bahena Solórzano. Destacó la importancia de mantener vivas las costumbres, especialmente en el Día de Muertos, cuando el zacahuil no solo alimenta, sino también ofrece una muestra gastronómica de la región para los lugareños y turistas.

El zacahuil se elabora con maíz martajado, que aporta una textura rústica a la masa, y se combina con manteca y especias. Su relleno mezcla carne de cerdo y pollo en una salsa de chile guajillo y chile puya, lo que le da un sabor ligeramente picante. Cocido lentamente en un horno de barro, este platillo se vuelve suave y delicioso, un verdadero emblema de la cocina de la Huasteca Hidalguense.