Hidalgo enfrenta una grave deficiencia en la elaboración de Atlas de Riesgo, según denunció Francisco Quijas, titular de Protección Civil estatal. De los 84 municipios de la entidad, solo 27 disponen de esta herramienta esencial para prevenir y mitigar los daños en casos de desastres naturales o emergencias. Quijas atribuyó esta carencia al alto costo de su desarrollo y, en algunos casos, a la falta de interés de los presidentes municipales en priorizar su creación.
El funcionario explicó que, desde hace más de una década, no se ha dado continuidad a la elaboración de estos documentos, lo que ha provocado una preocupante falta de información actualizada sobre la cantidad de personas que habitan en zonas de riesgo. Estas áreas incluyen proximidades a ríos, explotaciones mineras, gaseras, fábricas y otros afluentes que representan un peligro latente para las comunidades.
“Muchos municipios no cuentan con un Atlas de Riesgo, lo que limita su capacidad de respuesta ante una emergencia y pone en peligro a los habitantes de las zonas vulnerables”, señaló Quijas.
Esfuerzos actuales y falta de cobertura
Durante la presente administración, se han realizado avances importantes con la creación de 22 Atlas de Riesgo, elaborados con el apoyo del gobierno estatal, que cubrió el 50% de los costos. Además, actualmente hay 12 Atlas en proceso y tres fueron elaborados por los ayuntamientos con recursos propios. Sin embargo, Quijas enfatizó que aún es necesario que más municipios se comprometan a desarrollar sus propios estudios para estar preparados ante desastres.
El titular de Protección Civil hizo un llamado urgente a las alcaldías para que prioricen la creación de sus Atlas de Riesgo, subrayando la importancia de contar con esta herramienta para responder de manera oportuna ante situaciones críticas.
Preocupación en la región de Tula
Uno de los casos más alarmantes es el de la región de Tula, históricamente afectada por desbordamientos de ríos y altos niveles de contaminación. Como medida preventiva, Quijas informó que dos viviendas ubicadas en la margen del río fueron desalojadas recientemente para evitar tragedias.
El funcionario también advirtió sobre los riesgos que implica la expansión urbana descontrolada y las modificaciones en los derechos de uso de suelo, lo que ha permitido que zonas cercanas a ríos o áreas de alto riesgo se utilicen para viviendas o negocios.
“Áreas que originalmente no eran habitables se han convertido en zonas residenciales o de uso industrial, lo que incrementa la vulnerabilidad de los habitantes”, señaló Quijas.
Finalmente, destacó que el Atlas de Riesgo es una herramienta esencial para garantizar una planificación segura y responsable, y reiteró la urgencia de que todos los municipios trabajen en su implementación y actualización para proteger a sus comunidades.