La Fundación Invictus informó el pasado fin de semana el fallecimiento de “Pacus”, un jaguar rescatado la semana pasada en el municipio de Pacula tras ser avistado en una carretera de la región. El felino, que era uno de los dos jaguares que habitaban el territorio hidalguense, presentaba un grave deterioro en su salud, además de una fractura en la mandíbula provocada por un disparo, lo que le impidió alimentarse durante varios días y aceleró su debilitamiento físico.
Personal de la Fundación Invictus, encabezado por Erika Ortigoza, en coordinación con especialistas, acudió al rescate de «Pacus» después de que el animal se refugiara en un basurero del municipio. A pesar de los esfuerzos para salvar su vida, la severa desnutrición y el daño causado por la herida fueron irreversibles.
A través de sus redes sociales, la Fundación Invictus lamentó la pérdida del jaguar, destacando que su captura marcó un precedente histórico en la conservación de esta especie en el estado.
“Trabajamos y seguiremos trabajando para que nunca más sea para salvar la vida digna de uno de tus congéneres, sino para el monitoreo y conservación de tu especie a través de telemetría”, expresó la fundación en su mensaje.
Además, se dio a conocer que «Pacus» no solo enfrentó amenazas como cazadores, traficantes y carreteras, sino también una lucha contra un proceso oncológico que afectó su salud. El jaguar era monitoreado por brigadas comunitarias en el Parque Nacional de los Mármoles como parte de los esfuerzos por preservar esta especie en peligro de extinción.
