Los residentes de cinco viviendas ubicadas a la orilla del río Tula se encuentran en una situación crítica debido al socavón provocado por el aumento de las aguas residuales que llegan del Valle de México.
En un reciente pronunciamiento, el gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca Salazar, confirmó que, por el momento, no será posible reubicar a estos habitantes.
Menchaca Salazar señaló que las construcciones en cuestión fueron levantadas en lugares peligrosos y que no se respetó el derecho a la vida. En sus declaraciones, el gobernador destacó la falta de intervención efectiva por parte de las autoridades estatales y municipales en el pasado:
“Es que es muy complicado, es muy complicado, este, durante todo el tiempo, durante muchos años no hubo una aplicación de las autoridades estatales y municipales en zonas de riesgo… pues estamos en un escenario actual de una falta de respeto al derecho de vía, de construcciones ubicadas en lugares peligrosos.”
Los afectados permanecen en constante incertidumbre respecto al futuro de su hogar, construido legalmente en la zona. No están pidiendo una reubicación, sino que solicitan que la obra de revestimiento del río sea segura y que se resuelvan los problemas estructurales que puedan afectar sus viviendas.
Residentes afectados han vivido con el temor constante desde la inundación de 2021. Ahora, el riesgo de desbordamiento del río se suma a los deslaves que los obligaron a abandonar su hogar de emergencia y trasladar sus pertenencias a un lugar seguro.
Vecinos afectados han notado que se han colocado algunas piedras para contener el flujo del agua en caso de que el nivel del embalse aumente. Sin embargo, aún desconocen qué sucederá con sus propiedades.
Los residentes piden que se priorice la seguridad en la obra de revestimiento y se garantice la estabilidad de sus hogares para poder vivir en paz.