En un fenómeno sin precedentes, cientos de mariposas han tomado las calles y avenidas de Pachuca en busca de agua y alimento.
Este desplazamiento masivo es consecuencia directa de los incendios forestales, la sequía y las temperaturas extremas que han devastado los campos y bosques de la región.
La escena es a la vez hermosa y trágica: mariposas de diversos colores y tamaños revolotean entre el asfalto y los edificios, tratando de adaptarse a un entorno urbano que les es ajeno.
Los pocos árboles y jardines de la ciudad se han convertido en refugios temporales, donde decenas de estos polinizadores buscan desesperadamente pequeñas flores para alimentarse y fuentes de agua para sobrevivir.
Beatriz Cruz, secretaria de Medio Ambiente de Pachuca, comentó sobre esta alarmante situación:
«Desgraciadamente, parte de nuestro estado se encuentra, pues, con diferentes tipos de incendios forestales. Esto genera un desplazamiento, una migración tanto de biodiversidad y con la búsqueda tanto de alimento como de agua».
Entre las mariposas que han migrado a la ciudad destaca la Parche Carmesí, un polinizador esencial para los bosques de México. La presencia de esta especie en las zonas urbanas no solo evidencia la gravedad de la crisis ambiental que se vive en la región, sino que también pone en riesgo su bienestar.
La migración forzada de estos insectos podría tener consecuencias devastadoras para los ecosistemas que dependen de ellos, tanto en su función polinizadora como en la cadena alimenticia.
La comunidad y las autoridades locales deben trabajar juntas para crear espacios verdes seguros y fuentes de agua que puedan ayudar a estas mariposas a sobrevivir en su nuevo y desafiante entorno.
Mientras tanto, los ciudadanos de Pachuca observan con asombro y preocupación esta invasión de mariposas, conscientes de que son mensajeras de una naturaleza que clama por ayuda.
