El pasado 26 de mayo, Gustavo Cabral, capitán de los Tuzos del Pachuca, sufrió un evento desafortunado, al ser asaltado, a plena luz del día en Zona Plateada, una de las zonas comerciales con más afluencia y en teoría más segura.
El capitán de los Tuzos aseguró, previo al partido ante Columbus Crew, que fue una experiencia muy amarga; sin embargo, explicó que el club le otorgó todas las facilidades; además se llevó una grata sorpresa de parte de Jesús Martínez, dueño de los Tuzos del Pachuca.
“Compró un reloj igual al que me robaron y le puso las insignias que tenía atrás, que esa era un reloj que me había regalado el Celta en su momento, en la temporada 2013-2014, y Jesús tuvo ese detalle de comprar el mismo reloj y ponerle las insignias que tenía atrás; pocos presidentes hacen eso. Es un gesto de humanidad increíble. Son cosas que a un jugador le llenan y cómo no dejar la última gota de sudor con esta camiseta, por esta institución donde podemos hacerla más grande de lo que es”, admitió.
Asimismo descartó que las tres semanas sin actividad que tuvieron previo al encuentro final ante Columbus Crew pueda afectarles:
“Nos hemos preparado bien porque este equipo compite donde sea y contra quien sea. Ellos se tienen que adaptar a la altura, al césped, vamos a salir con mucha intensidad para sacar un buen resultado” finalizó
