El pasado lunes, la comunidad de Pelillos en el municipio de Zimapán, se vio sumida en la consternación y el pesar tras la desaparición de Luis Yael, un joven de apenas 12 años de edad. La jornada comenzó con un simple encargo: pagar el recibo de luz. Sin embargo, lo que se esperaba como una tarea rutinaria se transformó en una tragedia para su familia y seres queridos.
Después de horas de ausencia sin noticias de su retorno a casa, familiares y amigos emprendieron una búsqueda desesperada por los alrededores de la comunidad, angustiados por la incertidumbre de su paradero.
Fue al día siguiente que la angustia se convirtió en dolor, cuando un descubrimiento puso fin a la esperanza. Al fondo de un barranco, a las afueras de Pelillos, se encontró el cuerpo sin vida de Luis Yael. Según informes de la Procuraduría de Justicia, el hallazgo se produjo tras recibir una llamada a la Policía municipal de Zimapán, alertando sobre la presencia de un menor de edad en un barranco, a una profundidad de 150 metros.
Las autoridades presumen que la caída fue accidental y que el joven perdió la vida de manera instantánea.