En la colonia Huapalcalco, Tulancingo, familias han enfrentado casi tres décadas de desafíos en predios donde carecen de servicios básicos como agua potable y electricidad.
Motivados por la necesidad de brindar un hogar a los suyos, habitantes no han dudado en tomar acciones que otros podrían considerar imposibles. Con sus propias manos, abrieron un camino entre la tierra dura, improvisaron postes para un rudimentario sistema eléctrico y acarrean agua desde una toma cedida temporalmente por ejidatarios.
En las noches, la penumbra es iluminada apenas por recursos improvisados. A pesar de contar con escrituras del terreno y cumplir con el pago del predial, los lugareños han chocado repetidamente con la negativa de las autoridades municipales, que justifican la falta de servicios públicos señalando que el predio se encuentra dentro de la zona arqueológica de Huapalcalco.
El secretario de Obras Públicas del municipio, Armando Pérez, reconoce la problemática:
“Ya realizamos recorridos junto al INAH para delimitar la zona arqueológica. Primero debemos regularizar los predios y recibir la donación de las avenidas para poder introducir los servicios públicos”.
Mientras tanto, al menos 10 familias, mantienen la esperanza de que sus hogares puedan transformarse en espacios dignos y con acceso a lo básico. Hasta entonces, el brillo de las estrellas seguirá siendo el único alumbrado constante en sus noches.
