El consumo de pollo en malas condiciones puede conllevar la presencia de brotes o enfermedades gastrointestinales, ocasionadas principalmente por agentes patógenos como Salmonella, Campylobacter jejuni, Listeria monocytogenes y Staphylococcus.
Ante este escenario, la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Copriseh) emitió una serie de recomendaciones dirigidas a la población con el objetivo de prevenir la exposición a estos peligrosos microorganismos.
Entre las principales recomendaciones destacan:
- Adquisición en Lugares Establecidos y Limpios: Se insta a la población a comprar y consumir pollo únicamente en lugares reconocidos por su higiene y condiciones sanitarias adecuadas.
- Evitar Compras en Sitios con Higiene Inadecuada: Se desaconseja adquirir pollo en puestos de tianguis o semifijos que no cumplan con prácticas higiénicas adecuadas.
- Verificación de Condiciones al Momento de la Compra: Al adquirir pollo, se recomienda verificar que este no cuente con vísceras. De encontrarse en esta condición, se desaconseja su compra.
- Indumentaria Adecuada del Personal Vendedor: Se exige que el personal encargado de la venta de productos cárnicos porte indumentaria adecuada, incluyendo ropa de trabajo limpia, cubreboca y cubrepelo.
- Mantenimiento de Temperaturas Adecuadas: Se debe corroborar que los productos cárnicos se encuentren correctamente refrigerados (entre 0 °C y 7 °C) o congelados (entre -20 °C y -18 °C). En ausencia de refrigerador, se debe asegurar que el establecimiento disponga de camas de hielo purificado.
- Observación de Signos de Deterioro: Se aconseja no comprar pollo si presenta signos de deterioro como coloración verdosa, textura pegajosa, reseca o con olor desagradable, así como hematomas visibles.
- Conservación Adecuada en Refrigeración o Congelación: Se recomienda conservar el pollo y sus derivados en refrigeración o congelación para mantener su frescura y calidad.
- Descongelación Segura: La descongelación del pollo debe realizarse por refrigeración, cocción o en horno de microondas. Se debe evitar la descongelación a temperatura ambiente. En caso de descongelar con agua, se debe utilizar agua fría corriente, evitando estancamientos.
- Prevención de Contaminación Cruzada: Al cocinar pollo, es importante evitar la contaminación cruzada con otros alimentos. Se recomienda lavar y desinfectar utensilios y superficies en contacto con el pollo crudo.
- Cocción Adecuada: Se insta a asegurar que el pollo se cocine a una temperatura interna mínima de 63 °C, ya sea hervido, asado o frito, para garantizar su completa cocción y eliminación de posibles patógenos.
- Higiene Personal: Se enfatiza la importancia de lavarse las manos con agua y jabón después de manipular pollo crudo para prevenir la propagación de bacterias.
Ante cualquier anomalía relacionada con la compra o consumo de pollo, la población está exhortada a reportarla a la Copriseh a través del número telefónico 771 7181756, extensión 107, o mediante el correo electrónico [email protected].
La adopción de estas medidas contribuirá significativamente a reducir los riesgos asociados al consumo de pollo y a salvaguardar la salud pública.