El Senado de la República aprobó por unanimidad, la semana pasada, una reforma constitucional que busca proteger el salario mínimo de la inflación, asegurando que los aumentos salariales, tanto generales como profesionales, no se vean superados por el incremento de precios. Con esta medida, se pretende que el poder adquisitivo de las familias mexicanas sea más estable.
Tras su aprobación en el Senado, la reforma fue enviada a los congresos estatales para su análisis y eventual aprobación. En Hidalgo, el Congreso local aprobó la minuta con 29 votos a favor, un paso que, según los legisladores, mejorará las condiciones laborales de los trabajadores.
Durante la sesión, Juan Pablo Escalante Urban, diputado local, destacó que la reforma garantizará que los trabajadores esenciales, como maestros, policías, guardias nacionales, personal militar, médicos y enfermeras, no reciban salarios inferiores al promedio registrado en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Esto, aseguró, responde a la política de aumentos salariales promovida por el gobierno federal.
Abelino Tovar Iglesias, otro legislador hidalguense, subrayó que en los últimos 36 años no se había dado un aumento significativo del salario mínimo, lo que provocó que su poder adquisitivo se redujera en más del 70%. Añadió que, con esta reforma, el salario mínimo recuperará su función protectora para los trabajadores.
El grupo parlamentario del PRI expresó su respaldo a la medida, resaltando que no solo se trata de mejorar el monto del salario, sino de consolidarlo como una herramienta de protección social. Asimismo, los diputados de Movimiento Ciudadano señalaron que esta reforma es un paso hacia una sociedad más justa y equitativa. Por su parte, José María Alejandro Pérez, de Nueva Alianza, destacó que, en el contexto latinoamericano, México ocupa el sexto lugar en cuanto al salario mínimo.
La diputada de Morena, Diana Rangel, también votó a favor, afirmando que esta reforma será clave para reducir la desigualdad social en el país.
