Escasez de agua y mortalidad de fauna en la presa Requena

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La grave situación en la presa Requena, que actualmente cuenta con apenas el 5.2% de su capacidad de almacenamiento, ha generado la aparición de peces y aves muertos, poniendo en alerta a los pescadores locales.

El año pasado, estos mismos pescadores enfrentaron una devastadora mortandad de más de 40 toneladas de pescado, una tragedia que amenaza con repetirse si no se toman medidas urgentes.

Las extremas temperaturas y la prolongada falta de lluvias han causado que los niveles de agua en los embalses de la región caigan a un promedio preocupante del 29.8%.

La presa Requena, situada en el municipio de Tepeji, contiene actualmente solo 1,861 metros cúbicos de agua, lo que equivale al 5.2% de su capacidad total. Ante esta alarmante situación, los habitantes han solicitado la intervención inmediata del gobierno para prevenir una mortandad aún mayor.

En esta área, cerca de un centenar de pescadores dependen económicamente de la presa Requena. La solicitud de estos trabajadores es clara: necesitan que se les suministre agua desde otros embalses para contrarrestar la merma provocada por la Conagua, que ha comenzado a vaciar la presa para proporcionar agua a los sistemas de riego. L

a falta de precipitaciones ha agravado aún más la situación, dejando a la presa prácticamente vacía.

La Comisión Nacional del Agua (Conagua) proporcionó datos sobre otros embalses de la región, destacando que la presa Taximay se encuentra al 54.7% de su capacidad con 21,826 millones de metros cúbicos de agua, la presa Endhó al 32.8% con 59,922 m³, la presa Rojo Gómez al 27%, y la Vicente Aguirre al mínimo crítico del 0.6%.

En los embalses del Golfo, La Esperanza cuenta con 3,900 m³ y la hidroeléctrica Fernando Hiriart de Zimapán está al 79.3%.

La crisis hídrica no sólo afecta a los pescadores, sino también a los agricultores que dependen del sistema de riego en esta región. Desde hace tres días, estos usuarios bloquearon la carretera Progreso-Actopan, a la altura del municipio de Francisco I. Madero, exigiendo que se les proporcione el agua necesaria para mantener sus cultivos.